El tema de la sustentabilidad ha sido constantemente tratado en los últimos años, pero con diversos enfoques y acercamientos, lo que ha desvirtuado tremendamente su significado.
En algunos casos se ve cómo la sustentabilidad energética se enfrenta contra la sustentabilidad ecosistémica, por ejemplo cuando se instalan grandes extensiones de paneles solares que modifican la topografía de un lugar, o cuando los campos de energía eólica desorientan migraciones de aves al modificar las corrientes; también en algunos casos hay confrontaciones con la sustentabilidad social (de los pueblos y comunidades). Mi llamado es a tener una visión holística del tema, donde se quiere que el planeta sea sustentable, tanto el medio natural como artificial, su instensa relación y cada componente sistémico de la vida (en la concepción sistémica de H. Maturana); una visión integradora y no centrada en el hombre.
Cuando se analiza por ejemplo el caso específico de un hogar, a mi modo de verlo la sustentabilidad óptima se da cuando existe un acercamiento real a lo que denomino "ciclo cerrado" + comunidades creativas (Ezio Manzini), es decir se reduce lo que entra y lo que sale del hogar, aminorando el impacto ambiental, mientras para determinadas necesidades se actúa de forma colaborativa con la comunidad cercana, creando sustentabilidad social.
En ecología se nombran bastante las 3R (reducir, reutilizar, reciclar), donde se ha avanzado mucho en las últimas 2, pero en el reducir (impactos, huellas, no sólo consumo) existen grandes oportunidades en generación de productos y servicios.
Tendencias como el carpooling, car sharing, granjas urbanas, slow food, las comunidades creativas, comunidades permacultoras, o comunidades Castillo Velasco son sólo algunos ejemplos de cambio hacia lo colaborativo-sustentable, muy interesantes de revisar para abrirse hacia los cambios que vienen y previsualizar nuevos desafíos.
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