Los mechones, en otros meridianos llamados novatos, primerizos o primíparos, son los alumnos que ingresan a primer año de estudios universitarios. La celebración de su ingreso a los estudios superiores, o “mechoneo”, ha sido duramente criticado por la denigración y a veces violencia implicada, sin embargo tiene factores que lo transforman en un simulador de emprendimiento.
Hoy en día la predisposición de los alumnos hacia los estudios ha cambiado radicalmente; hoy ellos toman la posición de cliente, exigiendo un producto de calidad y reclamando ante cualquier situación en que se sientan pasados a llevar. El mechoneo, muy por el contrario, los saca de esa cómoda posición para desafiarlos a dejar de ser víctima y atreverse a cosas nuevas que implican riesgos, pero que si saben soportar traerán una gran satisfacción.
Es lo mismo en cualquier emprendimiento; implica sacrificar una posición cómoda para darlo todo por un objetivo. El camino puede estar lleno de obstáculos e imprevistos, donde el emprendedor debe tomar riesgos (calculados) si quiere prosperar. Muchas situaciones pueden llevarlo a pensar en dejar su sueño, pero el que se mantiene firme y no se victimiza es quien consolida su espíritu emprendedor y tiene la mayor probabilidad de mantenerse con su empresa.
A modo de conclusión, son pocas las instancias para fomentar el espíritu emprendedor en el ámbito académico que sean vivenciales. Se pueden leer muchos libros pero el emprendimiento se debe vivir en la piel, y el mechoneo se acerca a ello sin obviamente ser la instancia que esperamos, pero el fomento de conductas emprendedoras sin duda debe ser implementado con experiencias vivenciales.
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